Ikono

Ikono es mucho más que un espacio: es un recorrido emocional donde la luz, el color y lamateria dialogan con la fantasía. Cada sala ha sido concebida como un universo propio, unterritorio sensorial en elque los límites entre lo real y lo onírico se desdibujan. Laintervención de Light & Studio en este proyecto se suma al trabajo de Alejandra Pombo yAuna Producción & Interiorismo, tejiendo un lenguaje lumínico singular para un conceptoúnico en Madrid.

Rainy Garden

Diseñado íntegramente por Light & Studio, Rainy Garden representa un momento de pausadentro del flujo vibrante del recorrido. Una sala oscura y silenciosa donde la naturaleza sevuelve abstracta, evocadora, casi irreal. En ella, el visitante se detiene, respira, escucha elrumor del agua y observa el caer coreografiado de pequeñas gotas de luz.

El efecto se logra mediante esferas suspendidas en una malla elástica, programadas para encenderse y apagarse con un ritmo descendente que simula la caída por gravedad. Laescena se convierte así en una experiencia casi meditativa, donde el sonido, la luz y el movimiento nos conectan con una naturaleza reinterpretada, construida desde lo artificialpero con una profundidad emocional muy real.

Vivid Lounge

En esta sala el concepto es rotundo: color, energía y exceso. Toda fuente de luz debía formar parte de un despliegue cromático sin filtros. Neones, barras, estructuras verticales y horizontales se entrelazan para componer un caos visual controlado, una coreografía lumínica que convierte el espacio en un laboratorio de sensaciones. El resultado es inmersivo y radical, una celebración de la luz como impulso vital.

Farolillos Chinos

Aquí la luz juega con la percepción. A través del uso estratégico de reflejos y simetrías invertidas, se genera una ilusión de ingravidez. Los farolillos se reflejan en las superficies espejadas que cubren el perímetro, multiplicándose y alterando nuestra orientación espacial.La iluminación, controlada en intensidad y ritmo, genera un movimiento constante, casi hipnótico, donde arriba y abajo se confunden. El visitante flota, literalmente, entre planos de luz suspendida.

Baños Rojos

Un espacio de impacto visual donde la única fuente de luz son rótulos de neón en rojo puro. Al estilo más urbano y expresionista, las placas de espejo multiplican las aristas y reflejos hasta crear una atmósfera de vértigo. Aquí la luz se convierte en gesto, en pulso, en provocación. Un espacio que nos lanza al desorden, a la intensidad sin matices, como una noche en el corazón de Shinjuku.

Espejos Infinitos

La última sala propone una experiencia más abstracta. La oscuridad domina el ambiente,apenas rota por pequeños puntos de luz suspendidos. Estos puntos, cuidadosamentedispuestos, crean una ilusión de movimiento continuo, una referencia visual al infinito queestimula los sentidos y desorienta suavemente. Es una sala para perderse y dejarse llevar,donde el tiempo se diluye y la luz actúa como guía silenciosa.