Robata

En el callejón de Puigcerdà, perpendicular a la emblemática calle Jorge Juan, se esconde Robata: un restaurante japonés contemporáneo que se despliega en tres niveles, cada uno con su propia identidad, pero unidos por una iluminación envolvente y sugerente.

La atmósfera se construye a partir de claroscuros, donde la luz aparece de forma precisa para acentuar materiales, texturas y detalles. Una iluminación intimista que evoca el ritual de la parrilla japonesa, y que transforma la penumbra en herramienta narrativa.

El recorrido comienza en la terraza exterior, donde al caer la noche, una luz cálida y discreta destaca cada mesa, generando un juego de sombras con la vegetación que enmarca el espacio.

En la planta baja, la cocina vista queda tamizada por una estantería retro iluminada en rojo, repleta de piezas de menaje nipón. La iluminación técnica acompaña el trabajo en la parrilla, permitiendo entrever las brasas vivas que definen la experiencia Robata.

En el comedor principal, haces de luz muy concentrados focalizan las mesas, poniendo el acento en los platos. Las luminarias decorativas, mezcla de diseños integrados por el estudio de interiorismo y piezas diseñadas a medida, refuerzan la identidad del espacio.

La última planta alberga una terraza cubierta con estructura propia, donde luminarias suspendidas de estética ligera parecen flotar, completando una narrativa lumínica coherente, pausada y sofisticada.