Saddle

Saddle renace tras una reforma integral del local que, en su día, albergó al icónico restaurante Jockey. El nuevo espacio recoge el testigo desde una propuesta gastronómica debase clásica, enriquecida con técnicas contemporáneas y matices internacionales.

El diseño interior, elegante y sobrio, emplea materiales nobles como el mármol, la maderao el latón para crear una atmósfera cálida, refinada y profundamente atemporal. El proyectode iluminación acompaña esta narrativa, dotando a cada zona del restaurante de un carácter específico.

El recorrido comienza en el lobby bar, concebido como un salón residencial. Una iluminación cálida y envolvente, basada en foseados perimetrales y luminarias decorativas, genera una sensación doméstica y confortable. La luz puntual sobre las mesas se resuelve mediante micro proyectores empotrados de haz cerrado, casi imperceptibles en el plano de techo. La retro iluminación del mobiliario y algunas lámparas de pie refuerzan la percepción de volumen y textura en los materiales.

El comedor principal destaca por un gran lucernario central que lo inunda de luz natural durante el día y se convierte en un cielo estrellado al anochecer, gracias a un sistema de LED regulables. La iluminación artificial combina proyectores orientables integrados en las cerchas con luminarias de sobremesa portátiles, que aportan calidez e intimidad a cada mesa.

El jardín, visible desde el interior, se trata como una pintura viva: los elementos vegetales y la chimenea exterior se iluminan con discreción desde ópticas ocultas, evitando interferencias visuales en el interior.

En los espacios de tránsito, como escaleras y pasillos, se ha trabajado una integración totalde la luz. En los peldaños, líneas LED embutidas se funden con acabados reflectantes, generando efectos variables según el ángulo de visión. La gran cúpula sobre la escalera central aporta luz cenital natural, complementada por una luminaria suspendida de más deseis metros de longitud que actúa como linterna ambiental.

En la planta superior, pequeñas zonas de recepción y espera se ambientan con foseados perimetrales, lámparas de sobremesa diseñadas a medida y apliques de pared en bronce y espejo que proyectan reflejos difusos sobre los paramentos.

En los aseos, la iluminación se resuelve mediante retro iluminación frontal de espejos, lámparas suspendidas artesanales y apliques decorativos sobre las puertas de las cabinas. Elconjunto crea un espacio donde la luz se integra con la arquitectura, sin estridencias, desde una lógica funcional y sensorial.